Este hotel es absolutamente hermoso, Ivan nos atendió como en su casa, nos recibió con café, pan recién horneado y desayuno completo y caliente al día siguiente. El hotel es impecable, tiene parqueadero dentro de las instalaciones, y una arquitectura típica de la región que nos hizo vivir la experiencia completa. Sin
duda volvería, y se lo recomiendo a todo aquél que venga a conocer el eje cafetero y sus hermosos pueblos. Además, queda a 8 minutos de Salento.