El hotel, en general está muy bien. las habitaciones limpias y cuidadas. El cuarto de baño, perfecto. La ducha, en vez de bañera, amplia. el personal muy amable. El servicio de cafetería muy completo, con platos combinados, bocadillos y reciones variadas. El desayuno tipo buffet, bien.
Tal vez, si hay que ponerle un pero, es sobre el aislamiento acústico de las habitaciones, respecto de las habitaciones vecinas.Pero, en general, es un hotel de tres estrellas, que muy bien podría tener cuatro.
Está a unos 15 kilómetros del centro de Salamanca, que se recorren en poco tiempo.