Es la segunda vez que voy al hotel y sigue siendo una buena opción dentro de su categoría. La habitación es grande, espaciosa y bien equipada (aunque le faltaría una caja fuerte electrónica), el baño completo con jabón en pastilla y no líquido, como lamentablemente se estila ahora. El desayuno es un poco pobre, como también se estila en establecimientos de esta categoría en Argentina. Para adaptarse a la pandemia, se ofrece por turnos, con lo cual no suele haber acumulaciones de gente. Volvería a ir cada vez que vuelva a El Chaltén.